Por Mariangeles Estrada
Era la primera vez que encontraba un rótulo como este, situado en la carretera Rivas – Managüa, no recuerdo el kilómetro. Un quepi negro dentro de un círculo rojo y luego en letras mayúscula decía: POLICIA. A los 5 metros estaba una caseta, no había nadie adentro, tampoco afuera. No sé si la ausencia de oficiales se debía a la hora, ya era casi de noche.
Me llamó la atención el rótulo porque nunca la presencia policial se anuncia. Casi siempre los oficiales son evidentes en las salidas de las rotondas, en los cruces de caminos o escondidos por ahí para multar las infracciones de tránsito. Incluso nos pueden parar varias veces si pasamos por el mismo lugar donde ellos están, no se fijan si ya nos pararon antes. También te pueden salir de sorpresa, escuchamos un pito, vemos la camisa azul y hacen seña con la mano
Los oficiales de tránsito son los que, por excelencia, se han encargado de despretigiar la institución policial. Sustituyendo las multas por mordidas, en la mayoría de los casos, baratas e insignificantes. Luego le siguen los antimotines, aunque últimamente se dan duro. Aunque no solo la policía en Nicaragüa está coloriada, en casi todos los países de América Latina hay una lista de experiencias desagradables que viven los ciudadanos día a día. Ojalá eso cambie algún día.
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Esperemos que hagan valer el rótulo y ya no se escondan más.
Así piensan la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas., ojalá que sí.